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© Santillana S.A. Prohibida su fotocopia. Ley 11.723

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–¡Alto ahí, que yo, el Oído,atención de ustedes pido!

Voy a presentar mi quejadesde el balcón de la oreja.

Yo soy el más necesario.Aquí va mi comentario:oye por mí, el que lo pida,todo el ruido de la vida:oye lluvia verdadera,la ducha –lluvia casera–,la tic-risa minuterade cada reloj pulsera.

Oye contra el pizarrónde la tiza el tropezón;la voz de mamá que llama,tos del viento en la ventana...

Oye... –¡Basta, que es mi antojoque te calles! ¡Soy el Ojo!

Sepan, de hoy, en adelante,que soy el más importante.

Me acompaña a toda horaDoña Vista, mi señora...

Gracias a mí y a mi mujercualquier hombre puede ver.

Ver la luz de la mañana,el color de la semana,la luna, la sombra, el trigo,las caras de los amigos…